dilluns, 2 de març del 2009

Las crisis políticas al estilo oropesino

Cuando al correr, no delante sino tras, el toro se le quiso llamar encierro al estilo orpesí bastantes orpesins nos mofamos con ganas pero ahora al hablar de las crisis políticas en Orpesa lamentamos tener que hablar de ello pues es asunto desolador para todos.

Siempre expusimos que la Abstención era el gran ganador electoral que deberíamos vencer si realmente deseábamos modificar la realidad de Orpesa, mejorándola y haciéndola municipalmente una ciudad más eficiente y residencialmente viable y atractiva durante todo el año. Según nuestro diagnostico, Orpesa llevaba municipalmente durante demasiado tiempo una serie de líneas políticas erradas o inexistentes por no hablar de una falta de objetivos generales de verdadero interés ciudadano, vecinal y general. Eso y “muy poca aspenta” (empuje o vigor) para darse maña y continuidad en alcanzarlos, lo que algunos pensaban se debía en algunos casos a una lamentable cortedad de miras o, en otros casos, a falta de tiempo para ocuparse de los asuntos generales separándolos de los suyos particulares.
Para mucha gente las citas electorales eran solo una triste disyuntiva para abstenerse o elegir entre unas repetitivas opciones electorales que, caducas y sin avanzar, siempre empataban alternándose decenas de años aunque, eso sí, rivalizando en ofrecer las mismas puerilidades como programa. Los grupos y sus lideres, absortos en su rivalidad personal, parecían polarizar al vecindario clasificándolo entre los de la propia parroquia, los del bando rival y…los demás.
El guiso se ha cocinado en cocinas muy pequeñas y el comedor también ha sido minimalista mientras que el menú venía dictado desde fuera muchas veces aunque, eso sí, no vale quejarse ni escandalizarse pues todo ha sido siempre revalidado por las urnas por la acción u omisión de todo el vecindario. Las “parroquias de cada bando” desde siempre en Orpesa han perdido el tiempo, y nos lo han hecho perder, en dimes y diretes, bulos y cotilleos, casi siempre sobre el bando rival pero sin ser nunca capaces de pegar algún tirón de orejas a sus propios líderes y sin formar cantera, banquillo, equipo, reserva, relevo, grupo de ideas ni nada que ,fuera del grupo de familiares, amigos y conocidos del líder, les salve a los partidos de sufrir verdaderos sudores para rellenar y completar una sobrada lista electoral con gran densidad de gente cualificada y competente.
Entre todos, votantes y abstencionistas, se ha dilapidado el tiempo sin conseguir que Orpesa cogiera rumbo de ciudad y sin que se evitara tampoco el que Orpesa fuera cayendo progresivamente en manos mercantiles foráneas que nos usan como carnaza de ajenos y pingües negocios inmobiliarios, nos vemos ahora solos como ciudad y en mala situación ante un futuro cada vez más expuesto a la contingencia de un solo sector económico con sus ciclos de crisis.
En los tiempos del “10 contra 1” se quería hacernos creer algo tan peregrino como que era un deber de lealtad para con Orpesa el lavar los trapos sucios en casa con sordina, evitando poner en boca de fuera cualquier fallo por perjudicial para el interés general. Como si la fama de una casa cayera más por el ruido de la discusión que por el hecho de que se supiera por todos lo que pasa pero en voz baja, y también como si fuera preferible aparentar armonía en público aunque en privado nos saliera la bilis mutuamente olvidando que la oposición política muestra su lealtad al municipio, precisamente denunciando las cosas para evitarlas.
Pasamos al “7 contra 2” porque la persistente crisis política orpesina nos ha impedido por distintas causas oír más voces que las nuestras en muchos temas y en esas estamos p.e. con un grupo que pese a sus honradas siglas lleva cerca de 8 años con sus electos entrando en el ayuntamiento para pasar después fuera del partido representándose solo a sí mismos el resto de la legislatura.
De manera que, por causas internas, Orpesa tiene representantes que solo se representan a sí mismos oficialmente sin que legalmente nadie pueda decir nada. Es descerebrado pensar que esto nos alegra y nos conviene, pues pensamos que si ello es perjudicial a la vida política de Orpesa tampoco no beneficia en nada al BLOC y solo con el aporte de todos se puede construir y mejorar las ideas, propuestas, argumentaciones y debates que necesitamos para reconducir la gestión municipal en beneficio e interés de los vecinos.
Bajo la actual coyuntura económico-social de Orpesa hay suficientes dramas personales como para darles espectáculo de hooligans tirándonos trastos entre partidos y señalando a fulano o zutano por historietas antes que por hechos. Ni partido único ni jaula de grillos son deseables para gobernar el consistorio y puede creer quien quiera leernos que no hay aritmética electoral ni tácticas de juego contra personal o contra grupo que nos interese para intoxicar en modo alguno a nadie pues mientras haya crisis (económica y política) por Orpesa solo nos mantenemos ocupados, y como prioridad, por el seguir analizando y proponiendo las acciones que pensamos deberían adoptarse por quien gobierne. Si conseguimos mejorar o ayudar a reconducir algo la vida comunal estamos en línea con nuestros objetivos y después seguir con la fuerza que nos aporte el ganar lo que las urnas nos den.

Josep Lluís Romero i Martinez
Concejal portavoz del BLOC d’Orpesa

3 comentaris:

  1. Lo único que te puedo decir es que todo el cambio que necesita Oropesa, o la clase política Oropesina, debe pasar por la reflexión de la propia gente del pueblo.
    Como creo que somos un "microcosmos", especial ,lo que en otro pueblo costaría una legislatura aquí será de varias y al fin "el me sin fot" por agotamiento de las personas con inciativa y costancia estará a la orden del día.
    Realmente es lo que la gente no llega a reflexionar, que el tiempo que se pierde ya nunca llega, pero todo está en sus manos.
    CAMPANILLA.

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  2. Totalmente de acuerdo querida Campanilla, esperemos que para el año 2011 los vecinos tengan mas claro que necesitamos un cambio de gobierno, y regeneración de los partidos políticos.

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