Es dificilísimo hacerle entender al alcalde que un ayuntamiento no tiene como misión el captar clientes para bares, hoteles e inmobiliarias de la ciudad. Resulta cansino recordarle que el turismo se captaría infinitamente mejor desde aquí dentro trabajando intensamente en la municipalidad por y para convertir Orpesa en un destino deseado y buscado.
Porque la mejor campaña promocional es que sea del dominio público lo que hay aquí, sin que haga falta siquiera el “ven y cuéntalo” porque ya antes se lo han contado muchos visitantes de todas partes al conseguir que nuestra excelente y cuidada calidad sea noticia circulante en boca de todos.
Porque la mejor campaña promocional es que sea del dominio público lo que hay aquí, sin que haga falta siquiera el “ven y cuéntalo” porque ya antes se lo han contado muchos visitantes de todas partes al conseguir que nuestra excelente y cuidada calidad sea noticia circulante en boca de todos.
Es hora de asumir que el mejor slogan, imagen de marca y logotipo es la propia cosa cuando ésta se publicita vendiéndose por sí sola.
Es inútil ofertar paraísos cuando al llegar se comprueba otra realidad física más vulgar. Es tonto traer gente para que no pueda hacer otra cosa que salir a la ferretería, al cajero del banco y a la playa si encuentra sitio libre para la sombrilla. Tampoco es plan de darle gratis los espectáculos, sufragando de continuo y municipalmente conciertos y atracciones de ocio (gratuitas o deficitarias) para rellenarles de sustancia la oferta veraniega a los visitantes.
Ya es tiempo para desengañarse con esos objetivos manoseados de des-estacionalidad, reflexiones especulativas por mejorar calidad y número de visitantes, rotación y etcétera. Hay que darse cuanto antes las duchas de agua fría que sean precisas para despertar del auto engaño sobre la autarquía turístico-inmobiliaria de Orpesa y ajustar a la conciencia real los sueños futuribles de aeropuertos, campos de golf y riadas de personal que nos resuciten aquello que nunca fue verdad del todo: lo de hacer el agosto y el desparrame vital de verano acelerado con invierno aletargado en justo reposo.
Pase a que haya que regenerar playas sacando arena de aquí para allá cuando haga falta. Pase también que haya que cuidar playas limpiándolas y dotándolas de servicios, instalaciones y socorristas. Pase que sea conveniente unas dosis de permisividad y tolerancia en liberal flexibilidad comprensiva hacia las desventuras del empresariado. Pero de ahí a dejarlo todo en manos de la Virgen de la Paciencia con obras empantanadas, mal entregadas o mal recibidas, o en eterno movimiento de tierras y maquinaria, o de dar a cualquier empresa de poco más nivel que “Pepe Gotera y Otilio” los estándares de interpretación y aplicación de normas que causan asombro hasta en países fuera del primer mundo, por no hablar de la tradicional foto del alcalde en solitario izando banderas azules o viendo como un peón repara una valla, hay que preguntarse si existe algo más prioritario que hacer por el turismo que viajar de feria en feria con stand “propio”.
Orpesa hace tiempo que, por desgracia, no da la talla como destino turístico competitivo en muchos mercados de esas ferias a las que vamos. Hay indicios de que caminamos en sentido contrario más que hacia el objetivo turístico. El paisaje pintoresco murió junto a la uva moscatel de les Amplàries, la floración de almendros en Els Quarts y las escombreras que dejó la autopista al construirse. El casco viejo y el patrimonio histórico llevan camino de ser irrecuperables y malamente pueden ser fotografiados desde casi ningún ángulo. La oferta cultural es cero.
Ya es tiempo para desengañarse con esos objetivos manoseados de des-estacionalidad, reflexiones especulativas por mejorar calidad y número de visitantes, rotación y etcétera. Hay que darse cuanto antes las duchas de agua fría que sean precisas para despertar del auto engaño sobre la autarquía turístico-inmobiliaria de Orpesa y ajustar a la conciencia real los sueños futuribles de aeropuertos, campos de golf y riadas de personal que nos resuciten aquello que nunca fue verdad del todo: lo de hacer el agosto y el desparrame vital de verano acelerado con invierno aletargado en justo reposo.
Pase a que haya que regenerar playas sacando arena de aquí para allá cuando haga falta. Pase también que haya que cuidar playas limpiándolas y dotándolas de servicios, instalaciones y socorristas. Pase que sea conveniente unas dosis de permisividad y tolerancia en liberal flexibilidad comprensiva hacia las desventuras del empresariado. Pero de ahí a dejarlo todo en manos de la Virgen de la Paciencia con obras empantanadas, mal entregadas o mal recibidas, o en eterno movimiento de tierras y maquinaria, o de dar a cualquier empresa de poco más nivel que “Pepe Gotera y Otilio” los estándares de interpretación y aplicación de normas que causan asombro hasta en países fuera del primer mundo, por no hablar de la tradicional foto del alcalde en solitario izando banderas azules o viendo como un peón repara una valla, hay que preguntarse si existe algo más prioritario que hacer por el turismo que viajar de feria en feria con stand “propio”.
Orpesa hace tiempo que, por desgracia, no da la talla como destino turístico competitivo en muchos mercados de esas ferias a las que vamos. Hay indicios de que caminamos en sentido contrario más que hacia el objetivo turístico. El paisaje pintoresco murió junto a la uva moscatel de les Amplàries, la floración de almendros en Els Quarts y las escombreras que dejó la autopista al construirse. El casco viejo y el patrimonio histórico llevan camino de ser irrecuperables y malamente pueden ser fotografiados desde casi ningún ángulo. La oferta cultural es cero.
La deportiva es de poco calado y la festiva se queda en música enlatada y petardos. La impresión general que producimos es la de un gran campamento de fuerza laboral para construir y los árboles de más de 50 años han desaparecido por casi todas partes, andamos picando roca para crear solares con buenas vistas al mar para tapársela después unos a otros entre sí.
Por eso cuando leemos en prensa que, en la feria turística de Valencia, Orpesa ha instaurado una rifa-juego entre asistentes premiando con menús degustación en el Racó de Paco, la Cuina de Racó, entradas al balneario Marina d’Or y museos Hierro-Naipe y Naturhiscope, descubrir el fin de semana en las casitas de madera, Camping Oasis, camisetas y toallas y un largo “etcétera” también patrocinados por Servicom, Cafetería J.Agut y La Viña junto a un enigmático ente “Receptora de Turismo Oropesa del Mar”; no podemos hacer otra cosa que unir nuestra emocionada voz a la “muy bien acogida que ha tenido entre los empresarios turísticos de la población y se prevé que aglutine mayor participación en futuras ediciones” y decir con ellos ¡Eureka! Palabra cuyo significado desconocemos pero que la dijo el sabio cuando encontró la solución del teorema y que es seguro debió gritarse al oír la propuesta definitiva que Orpesa esperaba hace tiempo.
Dos preguntas motivadas por nuestra burricie 1) ¿Los 7.000 € son para los cartones del juego o para pagar las consumiciones y entradas de los agraciados valencianos que vendrán a recoger el premio? 2) Valencia porque está a 50 minutos pero ¿Recorrería Ud. 1000 Km. si le tocara una entrada o una degustación gratuita en premio?
Por eso cuando leemos en prensa que, en la feria turística de Valencia, Orpesa ha instaurado una rifa-juego entre asistentes premiando con menús degustación en el Racó de Paco, la Cuina de Racó, entradas al balneario Marina d’Or y museos Hierro-Naipe y Naturhiscope, descubrir el fin de semana en las casitas de madera, Camping Oasis, camisetas y toallas y un largo “etcétera” también patrocinados por Servicom, Cafetería J.Agut y La Viña junto a un enigmático ente “Receptora de Turismo Oropesa del Mar”; no podemos hacer otra cosa que unir nuestra emocionada voz a la “muy bien acogida que ha tenido entre los empresarios turísticos de la población y se prevé que aglutine mayor participación en futuras ediciones” y decir con ellos ¡Eureka! Palabra cuyo significado desconocemos pero que la dijo el sabio cuando encontró la solución del teorema y que es seguro debió gritarse al oír la propuesta definitiva que Orpesa esperaba hace tiempo.
Dos preguntas motivadas por nuestra burricie 1) ¿Los 7.000 € son para los cartones del juego o para pagar las consumiciones y entradas de los agraciados valencianos que vendrán a recoger el premio? 2) Valencia porque está a 50 minutos pero ¿Recorrería Ud. 1000 Km. si le tocara una entrada o una degustación gratuita en premio?
Los 7000€ son para sufragar los gasots de los que se consideran empresarios de Oropesa que van a la feria, uno por uno todos tienen algo que ver con el actual equipo de Gobierno muncipal,
ResponEliminacomo siempre a costa de los otros currietos emprearios y no empresarios del pueblo.
¿Si no son de la asociación de empresarios no puden ir a la feria?, ¿Hay alguien que les haya dicho si yienen interés en ir?.
Pedro, como tú dices muy bien... nuestra burricie no deja que nos mezclemos con la gente de clase alta, algunos dirían con los caciques del pueblo, que se llevan la tajada.
CAMPANILLA.
Hace mucho tiempo que Oropesa no se ha interesado por el turismo (si alguna vez lo hizo). Nadie se paró a pensar en qué hacía que la gente viniera a visitar Orpesa, se limitaron a intentar aprovechar lo que se pudiera, a base de vender apartamentos hasta matar la que pudo ser la gallina de los huevos de oro.Ahora tal y como están las cosas resulta muy complicado "reflotar" el turismo, es necesario marcar una dirección y mantenerla en el tiempo no es cosa de pequeñas acciones sueltas que no forman parte de un plan bien elaborado y sostenido en el tiempo.
ResponEliminaSiempre los turistas!!!!, pero ¿y los potenciales o reales residentes?. ¿Es que un municipio sólo puede vivir del turismo?. Los que desde hace años decidimos instalar nuestra residencia en esta localidad hemos visto como se abandona a la población a su suerte. No se ha aprovechado la coyuntura de vacas gordas para invertir en servicios e infraestructuras para los residentes. Para ofrecer una calidad de vida que atraiga a nuevos residentes con capacidad para consumir, que valoren la calidad, no la cantidad. Y ahora con la crisis....
ResponEliminaTenemos que esperar a que llegue Semana Santa o agosto, para que se hagan los míseros bacheados de asfalto de los viales. ¿quién se deja los amortiguadores todos los días en el muy machado asfalto de la Avenida de la Plana?. Los residentes, todos los días.
Al consistorio le debería dar vergüenza el estado en que se encuentra esta principal arteria de la circulación de Orpesa. Tanto programa electoral en todos los partidos para reformar esta avenida, para luego no cumplir ni un metro cuadarado. ¿ Y qué hay del famoso plan de choque de las aceras del PP?, yo sigo sin poder caminar por la aceras más de 50 m seguidos.
Eso sí, dinero para chapuzillas como la que acaban de hacer en el Barranquet sí que hay, pasen y comprueben la calidad de los nuevos baches!!!. Que se inunde este paso cada vez que llueve algo decente no importa.
Tinc que discrepar en algunes de les coses que es diuen ací, primerament hi ha gent que col.labora amb l'ajuntament com el Museu del Ferro i el Museu del Naipe, que encara que siguen d'ambit privat fan mes del que deurien fer i desinteresadament, els costa prou diners i ningú està lligat directament al grup de govern del PP, crec que es deu diferenciar a qui pertany al PP oficialment i no tinga mes collons que passar "per l'aro" i qui te un museu o una activitat que afavoreix a tot el municipi i es un atractiu cultural prou interesant.
ResponEliminaEn lo que respecta al turisme en Orpesa tenim més potecial del que es pensem, falta gestionar be el nostre patrimoni cultutal, el nostre casc antic, els nostres paratges naturals i per que no, les nostres platges. El problema es com a dit David que els nostres governants s'han oblidat del turisme per buscar vendre apartaments o be per negoci directe (venda de finques i terrenys o be perque son o han segut constructors) o indirectament cobran comisions i reben favors dineraris per donar licencies urbanistiques sense pensar en el futur d'Orpesa (estos últims son els més llestos ja que ni tan sols arrisquen un clau).
Respecte a la gent que ha vingut de fora a viure ací, venvinguts, peró que no creguen que tenen preferencia sobre els que tan sols estiuegen, la única ventaja que tenen es si estan empadronats que poden fer possible el camvi, a eixa gent els dic que fa tan sols 10 anys si mal no recorde el Bloc no més va treure 94 vots i ja havia molts residents de fora vivint ací ,on estaben els seus vots????? A eixa gent li demane que faja un ejercici d'humiltat i que respete a la gent d'Orpesa que estem lluitan día a día des de fa tota una vida i que creem en el model turistic ben gestionat i complementat amb altres activitats de tipus industrial o agricola.
Ens pareix molt bé la seua discrepacia, la reflexió de Pedro Ruiz, no va tant contra els comerços que participen, i tenim molt clar que tots els participants no son del PP, el fons de la critica es que son propostes poc elaborades, i que es millor que no fer res, peró en la nostra opinió es podem fer les coses molt millor.
ResponEliminaAl último anónimo le diría que estoy de acuerdo con su valoración del comentario como parte de otro punto de vista que creo no es el que ha querido reflejar Pedro.
ResponEliminaLo que si digo es que siempre son los mismos los que van a todos los sitios de "gorra", o a "cambio de", porque el resto no se enteran de si hay o no ferias, si se puede o no llevar publicidad, si se puede asistir, si es un coto privado o que pasa.
Justamente habrá que ser de la asociación de empresarios, si sigue funcionando, para enterase de las cosas como a las que me refiero anteriormente, entrar en ese coto y bailar a su ritmo.
No se debe olvidar que todos los de Oropesa residentes, "de Orpesa o de fora", merecemos el mismo trato, porque todos pagamos impuestos, y es lamentable que si no fuera por el Bloc, ni siquiera sabriamos de la asistencia a la feria o ferias de estos "empresarios" de Oropesa en compañía del Sr. Albert y su séquito.